miércoles, 24 de agosto de 2011

LA FIESTA DE LA FE

   Por su interés para todos los católicos, reproducimos el artículo de Jesús Colina (Zenit, 22 de agosto de 2011):
   Entre los periódicos españoles que más han criticado en días pasados la visita de Benedicto XVI a España, se encuentra “El País”. Este lunes publicaba un editorial en el que calificaba la tercera visita de este pontífice a esa nación como “un éxito de participación como pocas veces puede verse”. El diario español de mayor distribución ratifica sus diferencias con las posiciones de la Iglesia en cuestiones morales, pero reconoce que el Pontífice ha realizado una auténtica “visita pastoral”.
    Y si éste es el balance de uno de los diarios más críticos con la Iglesia en España, la gran mayoría ha subrayado no sólo la masiva participación (los periódicos más tímidos hablan de 1,5 millones de participantes, mientras que otros registran dos millones), sino sobre todo la calidad (descrita en general con la fórmula “fiesta de fe”).
   “El Mundo”, otro de los diarios de mayor tirada, ha comenzado el artículo de balance final, firmado por José Manuel Vidal, con estas palabras: “Un viaje redondo, un éxito sin paliativos el de Benedicto XVI y del cardenal Rouco en la JMJ de Madrid 2011”.  Andrea Tornielli, corresponsal del diario “La Stampa”, de Turín lamenta en “Vatican Insider” que durante días los periódicos hayan dado más espacio a los “dos mil indignados” que protestaron contra la visita papal que a los dos millones de participantes.  Andrew Brown, de “The Guardian", publicó un artículo el 18 de agosto en el que reconocía que “si fuera católico, estaría bastante fastidiado con la BBC”, que dedicó sus servicios a las protestas de algunos miles, sin hablar ni siquiera de la Jornada Mundial de la Juventud. Un título de la web del histórico diario español “ABC” sintetiza el evento que presidió el Papa en Cuatro Vientos: “Dos millones de oraciones”. Por su parte, “La Razón", se refiere a este encuentro con el título: “Apóstoles para el siglo XXI”.
    Giovani Maria Vian, director del diario vaticano “L'Osservatore Romano”, ve parecidos entre esta visita y el viaje que Benedicto XVI hizo al Reino Unido (16-19 de septiembre de 2010).  Aquella peregrinación también estuvo “precedida por una serie de artículos prejudiciales y negativos, que luego dejaron lugar a un consenso casi unánime –y es un mérito indiscutible de muchos medios informativos británicos el haber sabido cambiar de opinión-- al subrayar la trasparente humildad del Papa y su capacidad gentil para dirigirse a todos, dándose a entender no sólo a los fieles católicos”.

Sorpresa internacional
    El día que más titulares arrancó en la prensa de todo el mundo fue la accidentada vigilia en Cuatro Vientos, que hasta aquel momento había dado holgado espacio a las manifestaciones de tipo laicista convocadas en Madrid, frente a los actos multitudinarios celebrados en toda la ciudad. “No podía ir mejor”, afirmaba un comentarista de la RAI; el Papa fue “aclamado por un océano de peregrinos”, según “Le Monde”. El “New York Times” admitía que se trataba de “una reunión sin precedentes”, que iba “mucho más allá de Sydney”. “El Universal” aseguraba que el Papa había “superado los pronósticos”. Entre los cerca de 4.700 profesionales del mundo de la información, como refiere Inma Álvarez, la jefa de redacción de ZENIT que ha coordinado la cobertura de esta visita, “creo que hay que destacar que lo que más les ha llamado la atención es la actitud de los jóvenes”. “No sólo ante las dificultades de la lluvia y el sol, sino también ante las manifestaciones contrarias. Los informadores han quedado impactados por la fiesta que había en las calles, por el civismo y la corrección, por la ausencia de incidentes, y por la actitud positiva de quienes no pudieron entrar en Cuatro Vientos por falta de espacio”, añade. Giovanni Maria Vian concluye considerando que estas jornadas han sido un “éxito reconocido por los medios de comunicación, sobre todo españoles”.  “Por mérito de los protagonistas, ante todo, es decir, de Benedicto XVI y su juventud, después naturalmente de los organizadores y, last but not least, de España: del rey Juan Carlos, con la familia real, del gobierno y de las diferentes autoridades”, concluye el director de “L'Osservatore Romano”.

martes, 9 de agosto de 2011

JMJ 2011, renovada lección de Amor y de Libertad

El Santo Padre, sucesor de Pedro, viene a Madrid del 16 al 21 de agosto a encontrarse con jóvenes de todo el mundo para, con muchos años de libre renuncia a tantas cosas para volcarse en el servicio a los demás, infundirles amorosamente el calor de la fe haciendo valer, por haberlo él vivamente experimentado, que el «tiempo de juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande. Al pensar en mis años de entonces, sencillamente, no queríamos perdernos en la mediocridad de la vida aburguesada. Queríamos lo que era grande, nuevo. Queríamos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza».

SS Benedicto XVI viene hacia los jóvenes con inmensa satisfacción puesto que, tal como nos lo recuerda en su reciente libro “Luz del mundo”, «las jornadas de la juventud se han convertido en un auténtico regalo. Cuando pienso cuántos jóvenes encuentran en tales jornadas un nuevo punto de partida y viven después espiritualmente a partir de él, cuánta alegría queda después del evento, pero también cuánto recogimiento hay justamente en la inmediatez de la Jornada Mundial de la Juventud, tengo que decir que allí sucede algo que no lo hacemos nosotros mismos»

Las Jornadas Mundiales de la Juventud valen lo que valen porque representan una realista toma de posición en tanto en cuanto  «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva»(Deus Caritas est, 1). Claro está que el Evangelio es bastante más que una doctrina o una filosofía: es seguir los pasos de Jesucristo hasta descubrir que no hay nada más hermoso que encontrarlo y estrechar la amistad con Él, clave decisiva para afrontar y encontrar respuesta a tantos graves problemas, desafíos, malestares presentes en la vida de los jóvenes de hoy: en particular los graves riesgos de superficialidad y banalidad propios de la sociedad de consumo, la falta de perspectivas claras para el futuro en un mundo donde crece el desempleo juvenil y la pérdida del esforzado entusiasmo por llegar a ser lo que pueden ser .

Éstos son días en los que, pese a tantos desengaños y banalidades, pese al empeño de unos pocos por desvirtuar lo más valioso de nuestras raíces históricas con forzadas tendencias hacia un laicismo radical con actuaciones políticas claramente contrarias a la Ley Natural (el aborto, la promoción del amor estéril, la entronización del capricho egoísta…), los católicos españoles –en buena parte,  gracias a la JMJ – redescubrimos nuevas lecciones de amor y de libertad con que superar la atrofia de tantas y tantas voluntades, que, en lugar de regodearse en la inanición, debieran empeñarse en la tarea  de buscar y aplicar todo lo necesario para resolver los propios problemas.

Es el  Papa quien no se cansa de recordar al Mundo que «se podrían enumerar muchos problemas que existen en la actualidad y que es preciso resolver, pero todos ellos sólo se pueden resolver si se pone a Dios en el centro, si Dios resulta de nuevo visible en el mundo, si llega a ser decisivo en nuestra vida y si entra también en el mundo de un modo decisivo a través de nosotros» (Homilía en la Misa concelebrada con los obispos de Suiza, 7 de noviembre de 2006) .«Quisiera, añade en otra ocasión,  que todos los jóvenes, tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, puedan vivir esta experiencia, que puede ser decisiva para la vida: la experiencia del Señor Jesús resucitado y vivo, y de su amor por cada uno de nosotros».